Es un proceso socio-educativo y político permanente que promueve una ciudadanía crítica, responsable y comprometida, a nivel personal o colectivo, con la transformación de la realidad local y global para construir un mundo más justo, más equitativo y más respetuoso con la diversidad y el medio ambiente, donde todas las personas podamos desarrollarnos libre y satisfactoriamente.
Como modo de actuación y relación de la Red, se propone el principio de horizontalidad: todas las organizaciones que la conforman quieren promover un modelo de relación entre organizaciones que sea más horizontal y multinivel, que reconozca la diversidad de cada organización en cuanto a estructuras, capacidades y misión de cada una, y al mismo tiempo fomente relaciones de equidad. La gran importancia de este punto para todas las organizaciones implicadas hizo que en un primer momento se constituyera como un objetivo en si mismo.
Entre todos los proyectos que ha emprendido el ser
humano, la aventura de la ciudadanía ha sido la más
arriesgada y la más sorprendente. Quizá esto pueda sonar
a exageración, teniendo en cuenta las cosas tan raras que
el hombre se ha empeñado en hacer a lo largo de la historia,
de viajar a la Luna a obsesionarse en ganar guerras
mundiales. Es verdad que, a primera vista, no hay nada que
parezca excepcional en el hecho de que seamos ciudadanos.
Se trata, simplemente, de que en tanto que ciudadanos de,
por ejemplo, el Estado español, tenemos determinados
derechos y deberes, y podemos votar cada cierto tiempo a
quien nos va a gobernar. Nada de esto es sorprendente, es
más bien lo más normal del mundo, es nuestra vida más
cotidiana.
miércoles, 3 de septiembre de 2014
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